EL CORDYCEPS SINENSIS MEDICINAS TRADICIONALES ¿VERDAD O SUPERSTICIÓN?
En los comienzos del siglo 21 parece que experimentamos la apasionante y vertiginosa cresta de la ola de lo que podemos llamar era tecnológica. El desarrollo de las tecnologías propulsadas por el avance del conocimiento científico nos ha traído sin duda grandes aportes a nuestra calidad de vida en muchos y variados aspectos.
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La afirmación “científicamente probado” se ha vuelto aparentemente en una garantía de verdad y eficacia y uno de los campos donde más aplicamos este criterio es el de la salud. Sin embargo desgraciadamente también ha aparecido lo que yo llamo “prejuicio científico”. En la edad media las ideas científicas eran reprimidas como brujería por no poder ser explicados desde los criterios dominantes de la religión cristiana, y los científicos eran quemados en la hoguera. También en la china durante algunas épocas de predominio del pensamiento confucianista ortodoxo, fueron pasados por la hoguera herejes y libros que no encajaban con el criterio predominante. Pero más triste y lamentable es que en pleno siglo 21 algunos adopten posturas de represión ante ideas o criterios que no encajan o no son comprensibles desde nuestra visión científica actual.
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A la ciencia le falta mucho por comprender y explicar la complejísima realidad del fenómeno que es la existencia y la vida. El uso y confianza en la ciencia debería aportarnos y no limitarnos puesto que los fenómenos no esperan para acontecer o ser ciertos a que los científicos los comprendan. Las manzanas se caen del árbol desde mucho antes de que Darwin lo explicase mediante la teoría de la fuerza de la gravedad.
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En el campo de la salud, vemos como este “prejuicio científico” nos impide a veces avanzar e incluso nos hace retroceder. Me refiero al hecho de que muchas veces remedios eficaces probados y técnicas realizadas con éxito durante siglos caen en desuso por el hecho de que parecen no estar demostrados científicamente. Podemos poner como ejemplo el uso de ventosas que bien recuerdan nuestros abuelos para el tratamiento de problemas respiratorios, o esa practica de tomarse vasito de leche caliente con coñac o una cocción de cebolla y meterse en la cama bien abrigado para sudar la gripe. Ahora la gripe “es un virus” y parece una tontería esto de sudarlo, hasta tal punto de que muchas personas se sentirían ridículas ante la posibilidad de realizar alguna de estas practicas.
Voy ha exponer el uso de un hongo usado en medicina china durante miles de años y que hoy en día está comprendido, casi en un cien por cien sus usos terapéuticos desde el punto de vista científico. Y lo expongo como un ejemplo de que las practicas de sanación antiguas fueron capaces de hacer usos muy precisos y complejos de sustancias naturales sin poseer los conocimientos y técnicas químicas y biológicas con las que contamos hoy en día.
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EL CORDYCEPS SINENSIS
El Cordyceps Sinensis es un hongo que parasita la larva de un gusano y se recoge principalmente en Tíbet o en zonas de gran altitud. Ha sido usado en Medicina China desde tiempos inmemoriales y la ciencia comenzó a interesarse en el desde que en los 70 investigadores japoneses descubrieran sus interesantes propiedades anticancerígenas.
EL CORDYCEPS DESDE LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA
Si consultamos un texto clásico de Medicina China encontraremos las siguientes explicaciones sobre este hongo:
Sabor: Dulce
Naturaleza: Tibia
Meridianos: Pulmón y Riñón
Acción: Tonifica el Yang de Riñón y el Yin de Pulmón, nutre la esencia. Transforma la Flema y calma la tos y la disnea, astringe la diaforesis.
Dosis: de 3 a 9 gr.
Tonifica el Yang de Riñón y nutre la esencia: usado para debilidad y dolor de la zona lumbar y piernas. Impotencia, espermatorrea. Despiste, mala memoria, apatía.
El Yang de Riñón y la esencia son aspectos que según la MTC se desgastan con la edad, en pacientes crónicos o individuos debilitados. Lo que nos esta diciendo es que es adecuado para fortalecer al anciano, o a la persona debilitada tanto física como sicológicamente (debilidad lumbar, impotencia, apatía).
Tonifica el Yang de Riñón y el Wei Qi: debilidad en la convalecencia de una enfermedad, mareos, sudoración fácil o espontánea.
El Wei Qi en MTC hace referencia a la capacidad defensiva del organismo ante la enfermedad. Este punto nos explica que este hongo es util para fortalecernos despues de padecer una enfermedad, durante el curso de una enfermedad crónica debilitante, en caso de mareos o sudores por debilidad y para la debilidad creada por la falta de hormonas como en el caso de una mujer durante el climaterio.
Tonifica el Pulmón, detiene el sangrado y resuelve la Flema: trata la tos consuntiva con esputo con sangre. Tos crónica y disnea en pacientes mayores o debilitados.
En este párrafo se hace referencia a su uso en problemas respiratorios crónicos, y en particularmente su uso para la tuberculosis.
Precaución: no usar en caso de ataque de viento externo.
La medicina china entiende por ataque de viento externo síndromes gripales con síntomas de escalofríos, y fiebre.
Los textos de MTC siguen explicando: Dulce y Tibio el Cordyceps es un tónico para la deficiencia de Yin y Yang. Debido a que es armonioso y suave, puede ser necesario un tiempo prolongado de consumo para obtener los resultados deseados. “Trata las punzadas de dolor en las lumbares y las rodillas, fortalece los tendones, protege el Pulmón y fortalece los poros y los intersticios. Es particularmente apropiado para recuperar las convalecencias, aumentar la resistencia a la enfermedad, y tratar enfermedades difíciles y crónicas. Aunque es tibio y tonificante posee propiedades descendentes y asentadoras.
Pues bien veamos ¿verdad o superstición?; hoy en día podemos decir que todo lo que la MTC atribuye al cordyceps esta “científicamente probado”.
EL CORDYCEPS DESDE LA CIENCIA
El cordyceps posee una composición muy compleja entre sus componentes caben destacar, polisacáridos, ácidos grasos, beta-sitosterol, aminoácidos como arginina, triptófano y ácido glutamínico, análogos de nucleósidos y nucleótidos, es rico en vitaminas B y E, y en minerales entre los que destacan el manganeso, zinc y el selenio.
El cordyceps es rico en polisacáridos entre los que destaca el ácido cordicépico, estos polisacáridos son los responsables de su efecto de estimulación y modulación del sistema inmunológico.
También contiene un numero considerable de análogos de nucleósidos entre los que destacan la cordicepina (3’-deoxyadenosina) molécula casi idéntica a la adenosina. Esta es tal vez el principio activo más importante del Cordyceps pues inhibe la síntesis de ARN y ADN de virus, bacterias, y células cancerígenas, sin afectar a las células sanas.
La adenosina juega un importante papel en la producción de energía a nivel celular, aumentando la oxigenación celular y en la formación de hormonas. Podemos decir que es un revitalizante celular.
Anti-envejecimiento: aumenta la capacidad pulmonar y la resistencia a la fatiga. Mejora el estado de ánimo, la función cerebral, la función cardiovascular y la actividad de SOD y GPX y catalasa las enzimas antioxidantes más importantes del organismo, podemos decir que es un súper-antioxidante. Tiene un efecto positivo en la producción de hormonas, las cuales comienzan a declinar a partir de los 40. Podemos decir pues que es un alimento antienvejecimiento en todos los aspectos mejorando la resistencia a la enfermedad, cansancio, sensibilidad al frió, insomnio, depresión, memoria y la función sexual.
Función sexual: aumenta la producción de hormonas masculinas y aumenta la cantidad y calidad del semen, así como la libido. En mujeres aumenta la fertilidad debido a que estimula la producción de estradiol.
Antidepresivo: El cordyceps ejerce un doble efecto antidepresivo. Por un lado modula la liberación hormonal de las glándulas suprarrenales, y por otro lado inhibe la monoaminooxidasa, enzima que destruye la serotonina, dopamina y norepinefrina a nivel cerebral (efecto IMAO pero sin los riesgos de estos fármacos).
Es por tanto útil en depresión especialmente cuando se acompaña de falta de motivación y de voluntad, miedo, ansiedad, sensación de vacío e insomnio.
Hepatoprotector: inhibe la fibrosis hepática y normaliza las enzimas hepáticas got, gpt y ggt. Esto posiblemente este en relación con su gran capacidad antioxidante lo que ayuda al hígado a ejercer su función desintoxicante del organismo. En Cordyceps que además tiene propiedades antivíricas ha mostrado utilidad en el tratamiento de la hepatitis B y C.
Protege y mejora la función renal: protege el glomérulo de la formación de glomerulosclerosis del daño producido por gentamicina (antibiótico con toxicidad renal), reduce la proteinuria, y mejora el aclaramiento de la creatinina. Útil en pacientes con glomerulonefritis o insuficiencia renal. Parte de estos efectos posiblemente están relacionados con la presencia del monosacárido manitol el cual tiene una acción diurética por ósmosis, a la reducción del LDL, y a la acción relajante de los vasos sanguíneos.
Enfermedades respiratorias: el cordyceps es útil en tratamiento de problemas asmáticos, y EPOC. El cordyceps aumenta la capacidad aeróbica, relajando y dilatando los músculos bronquiales. Tradicionalmente se ha usado para el tratamiento de la tuberculosis (mycobacterium tuberculosis).
Estimulante del sistema inmunitario: Los polisacáridos contenidos en el cordyceps estimulan las placas de Peyer y activan los macrófagos y las células NK.
Antibiótico: el cordyceps a demostrado tener efecto antibiótico sobre de bacterias mycobacterium tuberculosis, clostridium perfringes y clostridium paraputricum. Así como sobre Staphylococcus spp., Streptococcus spp., Bacillus anthracis y algunos dermatofitos. El cordyceps no afecta a las bifidobacterias y lactobacilos beneficiosos de nuestro intestino.
Antiviral y antiretroviral: debido a su contenido en análogos de nucleósidos inhibe la replicación viral mediante el mecanismo conocido como inhibidor de la transcriptasa inversa. Uno de los medicamentos más conocidos que actúan por este mecanismo es el AZT más conocido como retrovir y usado para el tratamiento del sida. Al mismo tiempo los polisacáridos contenidos en el cordyceps modulan la respuesta inmune a las infecciones por virus. Este doble acción antivírica hace del cordyceps uno de las sustancias naturales más efectivas en el tratamiento de infecciones víricas. El cordyceps sinensis es un poderoso coadyuvante en el tratamiento del HIV, hepatitis B y C.
Anticancerígeno: dificulta la proliferación e induce apoptosis (muerte) de las células cancerígenas, mediante la inhibición del factor de transcripción NF-kB y del factor de transcripción AP1 los cuales colaboran en la proliferación de diferentes canceres. Además activa las células de defensa linfocitos TH1, las cuales tiene un importante papel en la eliminación de las células cancerígenas.
Posee acción anticancerosa específica sobre los tumores de vesícula, riñón, colón, pulmones y fibroblastomas.
Otros: el cordyceps regula los niveles de azúcar en sangre y baja el LDL
Precauciones: usar con precaución en tumores hormonodependientes.
El cordyceps es un claro ejemplo de cómo las medicinas tradicionales han sido capaces de usar con éxito sustancias de gran capacidad terapéutica sin poseer recursos biológicos y químicos para la comprensión de sus efectos. Creo que este es uno de los miles de ejemplos que deberían llevamos a una actitud más flexible y respetuosa cuando nos aproximamos a técnicas de curación milenarias que han sido usadas durante miles de años para tratar los problemas de salud. También debería hacernos reflexionar sobre el hecho de que la afirmación “científicamente probado”, si bien puede suponer un aumento de garantía, no es una verdad inamovible y absoluta, con frecuencia la ciencia cambia de opinión y a la mayoría de los medicamentos no se les conoce a fondo hasta que llevan años comercializados. No voy ha entrar en el tema de cuantos medicamentos considerados “el gran avance científico” o “la solución definitiva” han tenido que ser retirados del mercado cuando tras años de uso se ha visto que sus inconvenientes superaban a sus ventajas, dejando atrás en algunos casos cientos o miles de víctimas.
En pocas palabras, avancemos y beneficiémonos de los avances de la ciencia sin perder las maravillas conseguidas durante miles de años de experiencia y tradición.
Advertencia: si bien el cordyceps es un producto consumido durante milenios en china por la cultura popular y desde la medicina china, su uso no es la panacea. La probabilidad de que aporte alguna desventaja no es superior al de cualquier alimento. Pero si puede suponer un gasto inútil o crear expectativas falsas. No debe sustituir al tratamiento médico y para su uso terapéutico eficaz debería estar recomendado por un profesional cualificado. Debemos recordar que el cordyceps resulta inútil en ciertos tipos de depresión y cansancio, insuficiente o inútil en ciertas infecciones, insuficiente en ciertos problemas renales, inadecuado durante una gripe aguda, de uso dudoso en paciente con cáncer hormono-dependiente, etc.
Gonzalo Hernández Estrada Experto en Medicina Tradicional China y Tomader Amrani Licenciada en Medicina